![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyVyQ0pYceb3Ywy0IncmqShp2Cop0Vn-gamXUrZXKJYJTeJeMQQPWzzfjSkkHrcCD8Rx0VH6d_F5W_t6hq9kUC-XxnVBe1eut9CyNDYxKhcLQl5No48AE3jF6WF7XcHdUfuigWUFQCL18/s320/Guitar-man-670x300.jpg)
¿Podemos cantar canciones de ministerios que ya no tienen sana doctrina o cuyos líderes han caído en pecado?
Quizás estés pensando que, por lo menos, el rey David se arrepintió de su pecado mientras que hay ministerios o personas hoy día que no se han arrepentido. Aunque David sí se arrepintió de sus pecados, hubo un tiempo en el cual sus salmos fueron usados y David todavía no se había arrepentido. Sus canciones eran cantadas porque contenían un mensaje que llevaba al necesitado, al herido, al temeroso y al alegre a darle gloria a Dios.
Al igual que estos hermanos del pasado, no uso los salmos porque los escribió el rey David, sino que los uso porque son la Palabra de Dios.
Ejérzanos sabiduría y amor por los demás.
Por otro lado, un aspecto importante a resaltar es el efecto que producirá en la vida de la iglesia el cantar canciones de determinadas personas, porque puede que sea más una distracción y tropiezo que bendición y edificación.
Posiblemente haya hermanos en la iglesia a quienes le afecte, de forma negativa, el cantar canciones de estos líderes. Si un sólo hermano se incomoda con esto, yo hablaría con él. Sin embargo, si es la mitad, o casi toda la iglesia, prefiero no usar las canciones de esos cantantes. No olvidemos que una de nuestras metas es servir a la iglesia y si el usar tal o cual canción va a tener un efecto opuesto mejor elijamos otra canción con el mismo tema y te garantizo que la hay, recordemos las palabras de Pablo en 1 Corintios 8: 13 “Por lo tanto, si lo que como hace que otro creyente peque, nunca más comeré carne mientras viva, porque no quiero hacer que otro creyente tropiece” el principio está claramente establecido aquí en este pasaje.
Posiblemente haya hermanos en la iglesia a quienes le afecte, de forma negativa, el cantar canciones de estos líderes. Si un sólo hermano se incomoda con esto, yo hablaría con él. Sin embargo, si es la mitad, o casi toda la iglesia, prefiero no usar las canciones de esos cantantes. No olvidemos que una de nuestras metas es servir a la iglesia y si el usar tal o cual canción va a tener un efecto opuesto mejor elijamos otra canción con el mismo tema y te garantizo que la hay, recordemos las palabras de Pablo en 1 Corintios 8: 13 “Por lo tanto, si lo que como hace que otro creyente peque, nunca más comeré carne mientras viva, porque no quiero hacer que otro creyente tropiece” el principio está claramente establecido aquí en este pasaje.
Cuando miremos ministerios que predican doctrinas cuestionables, no sigamos sus enseñanzas. Aún así, no veo un problema con usar su música (bajo la salvedad de lo mencionado en el párrafo anterior, por asunto de conciencia)siempre y cuando sean centradas en el Evangelio.
Mi compromiso es con la Palabra de Dios.
En varias ocasiones me han preguntado si es correcto usar canciones de “tal persona” o de “tal ministerio”. Yo hago esta pregunta, ¿las canciones de “tal ministerio” o de “tal persona” están centralizadas en la palabra de Dios? Si la respuesta es “no”, pues no las cantes. Sin embargo, si la contestación es “sí”, porque son canciones que están llenas de la Palabra de Dios y pueden ser de edificación para nuestras iglesias, no veo el problema en usarlas. Mi compromiso no es con un artista o ministerio. Mi compromiso es con el Evangelio. No existen artistas o ministerios perfectos pero el Evangelio nunca falla ya que es perfecto.
De vez en cuando aparecen en mi repertorio canciones de cantantes que en su momento eran cantantes de sana doctrina pero que ahora se han alejado de estas enseñanzas. También uso canciones de un ministerio muy conocido que jamás invitaría a predicar a mi iglesia. Sus enseñanzas no son bíblicas y jamás apuntaría a un hermano a las iglesias de este ministerio. Pero cuando escucho las canciones que están produciendo, no puedo entender cómo es que las canciones pueden estar saturadas del Evangelio más su predicación no lo está. Estas canciones contienen sana doctrina, melodías hermosas y arreglos musicales excelentes. A veces digo, “si ellos enseñaran este tipo de verdades en sus sermones, serían una muy buena iglesia.” Sin embargo, no es ese el caso.
Colosenses 3:16 dice “que la palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros, con toda sabiduría enseñándoos y amonestándoos unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en vuestros corazones.”
Cuando una canción tiene la Palabra de Cristo, es decir, el Evangelio, más una melodía accesible para la iglesia, yo la uso. Pero si la canción no tiene un mensaje evidente del Evangelio, aun cuando tenga una melodía y un arreglo fenomenal, no será una de las canciones en mi lista para cantar. Las canciones que vamos a cantar nunca deben depender del ministerio o el artista que las canta. Estas deberían ser escogidas basadas en su contenido; el Evangelio.
Para concluir, les dejo con algo que entiendo puede ayudarnos a tomar una decisión respecto al tema. Las palabras que pronunció Jesús acerca de los escribas y fariseos dice, “De modo que haced y observad todo lo que os digan; pero no hagáis conforme a sus obras, porque ellos dicen y no hacen.” (Mateo 23:3) Si sus ministerios son cuestionables pero sus canciones son bíblicas, usemos las canciones pero no sigamos sus ejemplos.
Yo creo que podemos usar canciones de ministerios que sean cuestionables siempre y cuando sean bíblicas. Podemos estar en desacuerdo con sus ministerios pero, como dijo Pablo de aquellos que proclamaban a Cristo fingidamente o con ambición personal, “…de todas maneras, ya sea fingidamente o en verdad, Cristo es proclamado; y en esto me regocijo, sí, y me regocijaré.” (Filipenses 1:18) Démosle gracias a Dios cada que vez que escuchemos canciones bíblicas, también oremos para que Dios abra los ojos de aquellos ministerios que no predican el evangelio de Cristo.
Finalmente, nuestro filtro para elegir canciones debe de ser la Biblia no un artista o ministerio.
Escrito por Mauricio Velarde.
Extraído de la pagina web ALLÍ EN LA CRUZ