“…Entre en tu casa y no me diste agua para mis pies… no me
diste beso… no ungiste mi cabeza con aceite…” (Lc. 7:44-46)
Con nuestros ojos humanos ponemos precio a cosas terrenales,
y muchas veces fallamos y erramos. Más difícil es entender lo que Jesucristo
hizo por nosotros, porque no se trata de lo que podamos ver, sino más bien de
lo mucho que EL nos amo.
Lo que aquella mujer sentía era un verdadero
arrepentimiento, reconoció que había en Jesús un amor sincero hacia su persona,
por el perdón que estaba recibiendo. En contraste a ella, algunos le cierran la
puerta, y no aceptan recibir misericordia.
Necesitamos de su perdón cada día.
¿Cuánto se te perdona hoy? ¿Cuánto a ti?
"Al que mucho se le perdona, mucho ama..."
Jesus le dijo a la mujer:
“Tu fe te ha salvado, ve en paz.” (Lc. 7:50)
Recibe el perdón de Dios, su gracia no tiene precio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario