jueves, 19 de julio de 2012

EL EPÍGRAFE ADECUADO


Hace poco me impactó una fotografía publicada en USA Today, es lo que los astrónomos llaman “la galaxia de la espiral perfecta”. Tomada con ayuda de un nuevo telescopio en la Isla Grande de Hawaii, la fotografía muestra una imagen impactante de una galaxia llamada NGC 628, apenas más pequeña que nuestra Vía Láctea (contiene solo cien mil millones de estrellas), y está a treinta millones de años luz. 
El punto de este artículo era el gran logro de la humanidad, al poder fotografiar la galaxia con nuestro fabuloso telescopio de tan solo dos semanas de existencia. ¿No somos grandiosos? Hmmm... me suena a demasiado vanaglo rioso. Claro que es bueno fotografiar algo que esté a treinta millones de años luz, pero tengamos algo en claro: es la mano de Dios la que puso a las estrellas en ese lugar. Quizá, el epígrafe más adecuado para la fotografía sería: “¿Puede usted creer que Dios haya hecho todo esto con sus manos?”
Por eso el salmista escribe:
“Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las
estrellas que tú formaste,digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?” (Salmo 8:3-4).

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